Hawai (CL)
Es momento de escuchar música agradable. De un tiempo a esta parte he oído obras con demasiado peso, demasiado cargadas, quizás no tantas, pero bastan pocas para sentirse apesadumbrado. Y para alivianar el oído, un poco de música más liviana –no se si este comentario sea tomado por alguien como un halago, pero sí que lo es–. Fourcolor, proyecto ya conocido y consolidado, y este nuevo álbum corresponde ya al quinto trabajo, el tercero para 12k, y el artista y compositor que crea estos paisajes cristalinos es el japonés Keichi Sugimoto, un personaje inquieto que a su vez mantiene otras interesantes entidades musicales, tales como Minamo, Fonica y FilFla, además de dirigir el sello y productora CubicMusic, y en todas y cada una de ellas hay un hilo conductor que se refleja en cada aspecto, desde el sonido hasta la imagen. En el caso de Fourcolor el es el único a bordo, quien se encarga que cada detalle este en el lugar correcto.
Aparcado este proyecto desde <i>Letter Of Sounds</i> (12k, 2006), “As Pleat” es un claro reflejo y un fiel representante del sonido de 12k, quizás no tanto del actual, pero sí del de unos años atrás, el mismo que él, entre otros, ha ayudado a forjar. Es electrónica pero a veces no, es ambient pero también folk, es música microscópica pero también llanuras atmosféricas. Cada elemento esta dispuesto de manera que a los oídos llegan como masajes relajantes, como si durante una hora no hubiese problema alguno ni preocupaciones, más que las de saber que esto se acabará más temprano que tarde, y otra vez volver a la realidad. Pero es suficiente con tener estos cincuenta minutos de tranquilidad y sosiego. El disco comienza con “Quiet Gray 1”, y desde ya avisamos que Keichi no está tan solo como pensábamos. Una voz de otro planeta, uno de fantasía, interviene con delicadeza. Ella es Sanae Yamasaki, la chica que editó hace un rato “Drape” (12k, 2007) bajo el nombre de Moskitoo, y quien juega con sus cuerdas vocales mientras Fourcolor hace lo mismo con la guitarra, una manipulada con efectos y ecos. “Skating Azure” se tambalea entre la electrónica repetitiva, bajos fuertes y una rítmica muy marcada. “Ecru Driver” parece una balada de folk digital casi irreconocible. “Snow Petal” se ahoga en una piscina de ruidos bajo el agua, pura belleza sintetizada. Y si hablamos de eso, de la belleza, esta está por todos lados: la hay en “Canary Breath”, o los Tape con su cara más sintética. Está “Bleach Black”, que parece ser como un guitarrista tirado a la improvisación, pero sin perder nunca de vista la canción. También se halla en “Frosted Mint”, otro ejercicio de folk inmiscuyéndose entre capas de ambient espacioso. La encontramos en “Carmine Fall”, o una actualización del universo de Oval, aún más pop que el mismo Popp. Y por supuesto que se cuela por “Iris (Familiar)”, el segundo track donde hace su aportación Sanae –suya es también la pintura de la portada–, más suelta aún, más cándida aún: una canción en pleno florecimiento.
<i>As Pleat</i> tiene diez canciones, diez soles que no tienen nada de desperdicio. Música delicada, frágil, ligera en el buen sentido, el único sentido posible. Entre alientos de canarios, helados de menta, pétalos de nieve y caídas de carmín, esto es un primor de canciones transparentes. A pesar que estamos recién en junio, y que ni acá ni en Japón nos encontramos viviendo esa estación, para mí y para nosotros ya ha comenzado la primavera. Los jardines empiezan a brotar. Las flores comienzan a sacar sus pliegues, y las canciones, como las de “As Pleat”, muestran su esplendor, el esplendor de un pop de ensueño, un pop para soñar.