Clone (ES)
En el primer volumen de Post_Piano (Sub Rosa, 2003) todo partía de un tono puro de piano, un sonido sampleado por Kenneth Kirschner, a partir del que había creado toda una escala de piano. Una escala utilizada para componer una pieza (una de esas piezas largas y delicadas que tan bian le salen), que luego Taylor Deupree se encargó de romper y trocear en pequeñas muestras, que a su vez servirían como base para nuevas piezas. Tan rebuscada idea, la elaboración de todo un universo sonoro a partir de una sensilla nota, sirvió para dar cuerpo a un disco de alquímica belleza, cuya segunda parte ve la luz estos días. Y aunque el proceso es el mismo, hay una gran diferencia: el protagonismo del disco no recae sobre una sola nota, sino sobre todo un piano. Un piano real, el mismo en el que Kirschner aprendió a tocar siendo un chaval, y que ahora luce en su estudio. Se trata de un instrumento viejo, de sonido cálido y acogedor, pero también lleno de quejas y crujidos, que se pueden escuchar en la nueva pieza escrita por Kirschner, y que también incluye el disco. Toda una gama de sonidos que Deupree extrae con precisión quirúrgica, y que le sirven para montar tres piezas en las que las espaciadas notas de piano se dejan arrullar por un prodigioso mundo de microtonos, texturas granulares y suaves masas de gas. Una auténtica maravilla.