Hawai (CL)
Una voz recita palabras que se confunden con el sonido del viento, murmullos que pueden ser de una presencia humana como también el ruido que producen las hojas altas de los árboles al juntarse unas con otras, en el cielo del bosque. Siempre me he preguntado qué es lo que dicen las ramas cuando se agitan en el aire, cuando se desplazan del cuerpo que las sostiene, hasta el límite de sus líneas verdes. Y esa voz sigue narrando poemas entre la forestación que se recuesta inclinada sobre la tierra ancestral de las montañas, montañas como las que se extienden por todo el artwork de este trabajo de acústica procesada. La más reciente edición proveniente desde 12k, en las profundidades rurales de Pound Ridge, extiende aún más los bordes ya borrosos del sonido del label dirigido por Taylor Deupree, dejando la electrónica pura y encontrándose con los paisajes más orgánicos, algo que no es nuevo ni reciente, pero imprimiéndole otro matiz. Sucede en esta obra, sucedía en la anterior que reunía a estos dos músicos. Él es Stephen Vitiello, artista y compositor radicado en Richmond, Virginia, activo desde 1995, con diversos trabajos con diversa gente. Ella es Molly Berg, cantante, compositora y multiinstrumentista también radicada en Richmond, cuya presencia no es tan notoria, pero de todas maneras su huella se puede rastrear en más de un lado. Y ese rastro conduce hasta “The Gorilla Variations” (12k, 2009), primera obra realizada en conjunto por estos dos residentes en el este norteamericano. Sin embargo, antes de eso, para mí, estuvo “Moss” (12k, 2011), un precioso EP acreditado a un ensemble fugaz del mismo nombre, MOSS, donde compartían ambos iniciales con Olivia Block y Steve Roden. Esos veinte minutos están dentro de lo más destacado del catálogo de 12k y sus ‘Limited Series’, una serie casual lanzada quietamente bajo su radar.
Cuatro años más tarde recibimos con ansias su segunda colaboración, otro donde los tracks son “creados a partir de improvisaciones y esculpidos a través de la edición”. Las piezas de música misteriosamente mágica son las que ocupan cada espacio vacío al interior de “Between You And The Shapes You Take”, un largo nombre para identificar el ruido que escapa de los colores desgastados de este evocador álbum. Molly despliega su dicción indescifrable y Stephen procesa los sonidos que se se escabullen, capturando algunos, trenzándolos con los propios. Ella se hará cargo de clarinete, voz y percusión, él en cambio de guitarra acústica y barítono, sintetizador modular, loops + processing. Esa voz posee un encanto espectral, una revelación que se aparece entre los arbustos o, tal vez, el sonido mismo de ellos al movilizarse horizontalmente. Lo que sale expulsado de su garganta no son palabras, no son letras o, al menos, no es nuestro idioma. Es el idioma de la vegetación silvestre. La estela que deja su cuerpo cuando habla permanece en el espacio después de existir, cohabitando con los restantes instrumentos que parecen tener el mismo carácter, todo surgido de forma casual, no premeditada. “Las cosas tienden a ir mejor cuando Molly y yo no hablamos de antemano ni planeamos nada para la grabación más allá del momento en que nos reuniremos y para comenzar. Tocaremos lo más que podamos y generalmente encontramos que los comienzos y los finales están implicados en la presentación. Mientras que el último álbum fue grabado en mi oficina en la escuela con todo nuestro equipo balanceado precariamente en mi mesa, este fue hecho en un estudio apropiado. Eso permitió más aislamiento y dejarnos tomar ventaja de instrumentos más callados como la guitarra acústica y flauta de émbolo de Molly”. Los movimientos inconscientes se aprecian desde el primer minuto, desde que las frases indeterminadas afloran en el comienzo de “From Here”, para luego retirarse, y prontamente regresar entre la instrumentación mullida que rodea cada hectárea de suelo fértil. El clarinete es otra voz más que canta, meciéndose en medio de las notas desperdigadas por la tierra, en medio de sutiles frutos de electrónica que decoran estos cuadros de la vida en el destierro. “Back Again” parece una especie de folk fantasmagórico, una suerte de ritual perdido dentro de las colinas impenetrables, un territorio que puede resultar un tanto agreste para quien es desconocido. La amabilidad retorna gracias a “Radio Flyby”, el canto de las pájaros revoloteando alrededor de los arbustos: el idioma de las aves. “Voice L–” tirita en el cielo, como estrellas distantes, bajo un mar de aguas cuyas olas móviles impiden determinar su figura, un plano de vocales temblorosas delante de un fondo borroso. El folk atemporal de “Five (Was 5)” destruye las formas para quedarse con la raíz más profunda de una música que parecía perdida y olvidada, y “Recap (With Violin)” insinúa una vista que tiene como espigados alerces a su skyline, con Hahn Rowe (Hugo Largo) en el violín mencionado entre paréntesis, como también lo estuvo en “From Here”. Luego del susurro de “Baritone Final”, una pieza apenas esbozada, “Clarinet Assembly”, una maravilla de ruido acústico ensamblada uniendo trazo por trazo. Al principio plegando diversas capas, una encima de la otra, más tarde dejando que la luminosidad florezca por si sola, solo escoltada de una brisa ambiental ligera, que termina por filtrarse entre sus poros. La sutileza de las formas insiste su trayecto. “Easy Travel” y la belleza ligera se adhieren a la piel como el invierno y su lluvia. El otro final, “Another End”, es la única que fue registrada separadamente, reconstrucción de una grabación abandonada, el último suspiro, el último aliento de luz atravesando las redes de hojas y el follaje de acordes que recubren el suelo diagonal.
La insinuación de las notas permite que aquello que esta tras ellas surja en todo su esplendor, maravillosamente dispuestas de forma natural, formando un paisaje de la vegetación que se desplaza con el movimiento de las olas del viento, con la voz del aire invisible. Tomada de una cita borrada de un poema, ‘The Blue Guitar’, “Between You And The Shapes You Take” es una hermosa excursión a las montañas que la ilustran, donde Stephen Vitiello + Molly Berg recogen las flores de ruido que crecen en la espesura y que caen lentamente sobre el terreno esponjoso.