Hawai (CL)
“The physics of sound: the pressure waves in air that are the physical component underlying what we perceive as sound”. Trayectos imperceptibles a través de los cuales se desplazan partículas de ruido, conductos estrechos que sirven de medio por el que transitan fracciones de sonido, fragmentos acústicos que forman imbricadas redes de sonido. Música que es una compleja elaboración de patrones y objetos superpuestos, un entramado de botas, sonidos, timbres, cuerpos, elementos que colisionan en una gráfica transparente, complicadas estructuras vistas desde un lente que aproxima la visión para poder presenciar su configuración a un nivel nuclear. Desde el interior del sonido y sus directrices infinitas, es posible apreciar las formas que este adopta, las múltiples estructuras que convergen en sus tejidos acústicos, explosiones auditivas en su centro indivisible. Por medio de largas extensiones y proyecciones interminables se desarrollan millones de eventos sonoros, infinitud de decimales dispuestos en un sistema abierto de anotaciones y ecos, silencios resonancias en una cartografía intangible. El compositor norteamericano Kenneth Kirschner, a pesar de moverse también por reductos más estrechos, se desenvuelve normalmente en enormes espacios, largas composiciones donde convergen tramas orgánicas y superficies electrónicas, un universo de puntos, segmentos y líneas que se cruzan en diagramas espaciosos, intersecciones de ruido que configuran asombrosas y enrevesadas edificaciones. La mayor parte de su obra, si no toda, se encuentra disponible para ser descargada de manera libre desde su sitio, existiendo en los inacabados territorios de la red mundial. Sin embargo, existen también otros trabajos en formato físico, muchos también coexistiendo paralelamente en su sitio. Entre ellos se encuentran “Post_Piano” (Sub Rosa, 2003), “Post_Piano 2” (12k, 2005) y “May” (Room40, 2008) [026], todos junto a Taylor Deupree, “September 19, 1998 et al.” (12k, 2003), “September 8, 2005” (leerraum [ ], 2007), “July 29, 2004” (leerraum [ ], 2007), junto a Zimoun, “Filaments & Voids” (12k, 2008), “Twenty Ten” (12k, 2011), “October 8, 2010 et al.” (Champion Version, 2012) y “Transpositions” (SaD, 2013), acompañado de Tomas Phillips. Además existen una serie de recopilaciones en variados netlabels. No obstante, donde mejor se puede apreciar su trabajo es en sus álbumes para el label que dirige Deupree, donde se condensan de manera más precisa sus composiciones y de un modo más homogéneo, una lógica que a veces cuesta distinguir si uno salta de una pieza a otra a lo largo de sus desarrollos dispuestos en su sitio. Aunque de todas maneras, uno al acceder de manera cronológica logra alcanzar comprender y reconocer las formas que adoptan sus composiciones, estructuras que parten desde el minimalismo acústico y se extienden hasta texturas infinitas de espacios, silencios y desintegración digital.
“‘Compressions & Rarefactions’ es el cuarto lanzamiento en solitario en 12k del neoyorquino Kenneth Kirschner, quien es ampliamente conocido por composiciones de longitud épica que desafían las formas de la composición moderna. El álbum es lanzado como un CD con una descarga digital de más de cinco horas de música adicional que no podrían editarse dentro de las limitaciones de tiempo del formato CD. También se incluye un folleto de ensayos sobre la música de Kirschner por parte de Marc Weidenbaum (Disquiet), Simon Cummings (5 Against 4), Mike Lazarev (Headphone Commute) y la reconocida artista visual Kysa Johnson, quien también fue la responsable de las ilustraciones del álbum”. Como en obras anteriores, el músico de Nueva York elabora un trabajo donde esas composiciones de duraciones épicas vuelven a estar presentes, una obra que parte desde un formato físico y se amplía a un formato digital. Los largos desarrollos que son característicos de sus creaciones ahora son llevados al paroxismo, en registros casi inabarcables que muestran las distintas facetas de su sonido, las diferentes aristas de sus poliedros infinitos. “Compressions & Rarefactions ” es, primeramente, un CD con dos piezas amplias, incrementadas con otras tres que se añaden a través de su descarga en línea, de entre una hora y media y dos horas de duración. Obra difícil de aprehender, un trabajo donde es fácil perderse entre sus muchos cristales, espejos que reflectan el sonido hasta expandirse de manera ilimitada. A través de estos registros uno puede acceder a lo que es la música de Kenneth Kirschner, una música creada con nuevas tecnologías y recursos clásicos que tiene como fundamento las formas sonoras concebidas en la segunda mitad del siglo XX, en particular al compositor Morton Feldman. A pesar que en sus producciones existen unos cuantos instrumentos, es principalmente el piano la herramienta con la cual construye su trabajo, notas delicadas ejecutadas de manera tenue, cuerdas que generan impulsos a través de su cuerpo mecánico, objetos que actúan como un sonido más dentro de su rica paleta de tonos. Pero, además de esas formas, también cruzan por sus esquemas fibras sintéticas, abstracciones digitales que se confunden con las ideas orgánicas, formando una misma óptica del sonido, formas que en sus manos resultan homogéneas e indivisibles. “El título de Kirschner, ‘Compressions & Rarefactions’ se refiere, más directamente, a la física del sonido: las ondas de presión en el aire que son el componente físico que subyace a lo que percibimos como sonido. Este concepto encuentra un evocador paralelo en el arte de Johnson, cuyo trabajo trata acerca de la visualización de los imperceptiblemente pequeños fenómenos físicos que componen todo lo que nos rodea. El título también puede estar relacionado con las propias composiciones: esta es música que alterna entre la densidad extrema y escasez extrema, utilizando esos contrastes como un elemento expresivo importante, ya que se alternan como las ondas de presión y ausencia en el aire. Por último, el título también evoca las largas duraciones de varias de las piezas en el álbum, incluyendo dos que se extienden a más de dos horas de duración”. Kenneth Kirschner elabora así este trabajo donde coinciden estas formas opuestas a veces en un mismo lugar, trayectos de carácter diverso que se encuentran y se enfrentan, hebras naturales y artificiales que pierden su apariencia dando lugar a paisajes encriptados. “La música de Kirschner es a menudo descrita como “un reto”, y ciertamente él tiene una voz única entre sus pares y a través de los prolongados géneros de su sonido. Su obra tiende a flotar precariamente entre los mundos de la música electrónica y la música de cámara, probablemente debido a sus influencias del mundo de la música clásica moderna, la filosofía y la ciencia ficción. Esto se puede ver muy claramente en dos de las canciones del álbum , “September 13, 2012” y “January 10, 2012”, que utilizan lo que parecen ser pequeños conjuntos de instrumentos acústicos clásicos, pero que son en realidad realizados electrónicamente –lo que permite tanto alteraciones sutiles y radicales que no son posibles con la instrumentación tradicional–. Estas piezas en particular se centran en gran medida en la microtonalidad, torciendo y plegando los instrumentos aparentemente acústicos en afinaciones que no serían factibles en una presentación convencional”. Esta nueva edición para 12k comprime de manera amplia sus diferentes registros, cinco momentos en los que se despliegan figuras auditivas dentro de vastos territorios, capas que se superponen a otras capas, múltiples notas que coinciden con otras señales, impulsos eléctricos y pequeños estertores que se entrelazan hasta modelar estos diseños de resonancias épicas. Lo que parece ser en realidad no lo es. Planos de objeto sonoros reales que no son tales, sonidos manipulados y creados de manera artificial conforman los múltiples puntos que surgen desde el centro de “September 13, 2012”, primera mitad del CD, casi media hora de acordes sigilosos y espacios en medio de hermosas resonancias sutiles. En esta, como en gran parte de su trabajo, existen puentes sin construir entre lugares apenas habitados, acordes entre acordes y fisuras. Las notas se multiplican aunque espaciadas de forma sobria, señales que resplandecen con un brillo ligero. Existe un orden entre estos diferentes tonos que se reproducen de manera fina en la superficie, y dentro de él caen de manera espontánea distintos sonidos, partes ínfimas que se trasladan desde un sitio a otro de la gráfica, emitiendo ese reflejo sutil. Por su parte, “April 16, 2013” pareciera tomar uno de esos momentos, amplificarlo e incrementarlo, golpes de percusión que resuenan uno sobre el otro, explosiones leves de metal que conforman otra parte de la música de Kirschner, una elaborada de minúsculos impactos armónicos, también presente en el registro siguiente. “Regresando al territorio explorado por Kirschner en su anterior álbum ‘Twenty Ten’ (12k1066, 2011), “April 16, 2013” utiliza instrumentos de percusión afinados (campanas, carillones, xilófonos) tocados con constantes cambios, calibraciones irregulares, mientras que “July 17, 2010” se compone en su totalidad de los sonidos cotidianos derivados de vasos de cocina. Estas pistas son densas y altamente complejas, mostrando lo que puede ser visto como una extraña “hermosa” faceta de la música de Kirschner. Las cascadas y reflejos de percusión, como el agua que cae, en capas y redes muy melodiosas”. La primera de las tres piezas añadidas a este álbum muestra esa música hecha a partir de la confrontación de miles de colisiones, otra de las vías adoptadas por el artista norteamericano, un constante flujo de cosas que se desplazan de manera enérgica en esta interesante dinámica de sonidos. “January 10, 2012” es su opuesto, noventa y seis minutos de formas que son distintivas de Kirschner: objetos aislados organizados en el vacío, arreglos complejos que se posa libremente sobre la superficie, una enorme extensión en la que se establecen los cuerpos de ruido frágil. Elementos audibles generan exiguas repercusiones, ecos ligeros entre cuerdas sonando desde la distancia, tonalidades electrónicas en la inmensidad desierta. La belleza del sonido puro. “La pieza final, “October 13, 2012”, se compone en su totalidad de viola, interpretado por Tawnya Popoff, bajo la dirección de Kirschner. Sus actuaciones son en capas, y son procesadas para crear una especie de “viola polifónica”, lo que permite mucha mayor complejidad armónica que se podría lograr con un solo instrumento. Esta pieza, en un estilo muy característico de Kirschner, se basa en el silencio y la repetición, y consolida el concepto de “compressions & rarefactions” con acordes incrementados de la viola que parecen terminar con una disipación del aire en el silencio que espera a la próxima ola de sonido. Este estilo se ha convertido en una marca de Kirschner, en el cual la escucha extendida y la concentración da sus frutos en lo que finalmente se convierte en una altamente meditativa e inesperadamente serena épica”. Otro instante donde extraviar el tiempo, “October 13, 2012”, con la viola de Tawnya Popoff. Cuerdas y timbres majestuosos, notas que emergen y se sumergen, acordes desvanecidos en la infinidad, como astros consumidos por la energía de una estrella obscura. Diferentes láminas se forman desde la nada, una existe fugaz que desaparece en la nada, esa que está siempre visible en su obra. Ruido sutil y enormes silencios conforman la dualidad de esta pieza de belleza inconmensurable, cavidades inmensas que separan las notas discretas.